Hablemos de Crisis: la palabra de moda

Giovanny Brenes Gómez

8 de Marzo de 2015

En los últimos días, la palabra favorita de los empresarios, de los medios de (des)información y del gobierno, es CRISIS. Crisis se ha convertido en el vocabulario actual de toda una sociedad en “decadencia” y “actual” dicen algunos. Pero no es conveniente hablar de crisis sin que analicemos verdaderamente el trasfondo de esa “crisis”.


Personas como el “Macho” Pozuelo, le achacan al gobierno la “crisis” industrial que viven las “actuales” empresas. Y hemos visto como la retirada de algunas ha sido dura para miles de familias de costarricenses y extranjeros. La Jacks y los restaurantes Burger King y Wendy`s son los casos más sonados en los últimos días. Muchos y muchas apelamos en este caso a que estamos cambiando nuestras dietas y sumando a la competitividad a la cual el mismo Macho Pozuelo apostaba con el SI al TLC en el 2007 y en cuya campaña, el aportó fondos. Como que sus aportes también al Movimiento Libertario (amantes del liberalismo económico), le salieron mal y le pasaron la “factura”


Pero a pesar de todo, ¿podemos llamar esto crisis? Pues hay personas que apuntan que aunque es una gran pérdida para las familias, estas no son las crisis que deberíamos ver. Existen crisis mas alla de las crisis que los industriales apuntan, ya que SI nos afectan a todos por igual y no solos a las familias de las personas que perdieron sus empleos. Con esto no se quiere decir que no son importantes. Si lo son pero l.as verdaderas crisis de trasfondo son aun mas caóticas.


Primero tenemos la Crisis de la Caja. Esta es una crisis nefasta, la cual se empezó a gestar en los 70´s, ya que en esa época se dio la ley de presidencias ejecutivas, la cual le facultó a los presidentes de la res publica de turno, escoger a dedo los “mandamas” de las Instituciones “Autónomas” (Dejaron de serlo claro está). Esto empezó a gestar los malos manejos de los fondos de la Caja, a la sobre contratación y por ende, sobre población de administrativos trabajando para esta y posteriores endeudamientos para mantenerse a flote. Sumando también, los actos de corrupción con medicamentos inservibles y compras de equipos que no se necesitaban o que estaban en mal estado.


Para agrandar mas el combo (idioma usado en las cadenas de restaurantes que se van), en los 80’s, Oscar Arias en su primer mandato, redujo el aporte del Estado a una insignificancia (menos de un 1%), con lo cual la Caja dependía únicamente de las contribuciones de las empresas deben hacer y del aporte de todas las personas que poseen un trabajo formal. Pero para sorpresa de muchos y muchas, estas no cumplen. Por ejemplo en los últimos días, salió a la luz que la Cooperativa de Productos de Leche R.L. mejor conocida como Dos Pinos, le adeuda a la Caja más de 1400 MILLONES de colones y de ahí para atrás, la lista es BASTAAAAANTE larga.


Este y otros datos curiosos sobre la crisis de la Caja, lo pueden encontrar en el documental “La Caja de Pandora”.


Pero existe una crisis aun mas grave y esta es la crisis del sector PRIMARIO de la economía, el cual lo compone el sector de la producción de alimentos, más específicamente la agricultura. Este sector viene en una crisis de más de 30 años, la cual se disparó ya que a principios de los 90’s, vinieron los Planes de Ajuste Estructural (PAE por sus siglas), lo cual vino a reducir las “empresas” del Estado como la Corporación Hortícola Nacional y la reducción del Consejo Nacional de Producción (CNP que por cierto se convirtió en la Caja chica de la Municipalidad de San José).


De paso el país volvió la cara a promover la entrada de empresas transnacionales al país, dándose así el comienzo del crecimiento del sector terciario, que se dedica a los servicios y manufactura de productos no indispensables. Primero INTEL, luego los Call Centers y los laboratorios químicos y con ello, nace la ley de Zonas Francas, donde se exentan de impuestos a toda empresa que habrá sus instalaciones en estas zonas (de ventas, sobre el agua y la electricidad, entrada y salida de materiales y productos terminados). ¿Pero y la agricultura? Pues a esta se le abandonó, se le redujeron los préstamos para inversiones desde el Estado, el no pago en algunos casos de estos y el no pago por abonos y agro químicos para combatir pestes comunes.


Se le dio prioridad a las grandes corporaciones productoras, que promovían una expansión devastadora para el medio ambiente y de mono cultivo tipo la MAMITA YUNAI y DEL MONTE, quienes entraron en operación en el cantón de Buenos Aires de Puntarenas, a finales de los 70’s. Se le dio más importancia a la importación de arroz y frijoles, al cierre de los famosos ESTANCOS, los cuales compraban productos como ARROZ Y FRIJOLES que pequeños productores le vendían al estado y se vendían en estos lugares. Se cerraron y casi simultáneamente y en algunos casos, en los mismos locales, se abrieron los PALÍ.


Se le dio prioridad a la concesión de tierras para agricultura, a empresas extranjeras y se redujo la oportunidad para que los pequeños agricultores obtuvieran una parcela por medio del IDA (hoy llamado INDER: Instituto de Desarrollo RURAL) y algunos que no pudieron competir con los mega productores, le vendieron sus tierras a estas corporaciones y terminaron siendo peones de las mismas. Sumiendo a estos en una pobreza aun más grave de la que ya vivian.


Estas son solo dos muestras de verdaderas crisis que vivimos pero que los industriales, los cuales ven afectados sus bolsillos, ni se acuerdan o no les interesa porque prefieren hablar de sus intereses. Lastimosamente no todas las empresas son como Productos El Ángel y mucho menos los políticos son un PEPE MUJICA. Vivimos en una sociedad que olvida cuales son las verdaderas crisis pero que aun sigue en la tarea de resolverlas verdaderamente. El cascaron corporativo PRO TLC se ha roto y la jugada no les ha salido bien del todo. Vivimos una crisis de inoperancia de “gobernabilidad”. Prácticamente los gobiernos NO GOBIERNAN y si lo hacen, es para pocos.


Hay crisis en las comunidades indígenas, las cuales no ven resueltos su problema de tierras ancestrales y la no aprobación de la Ley de la Autonomía Indígena. Hay crisis de Derechos Humanos ya que el Estado se ha militarizado DEMASIADO y aun así, siguen hablando de PAZ. Hay crisis ambientales como la que vive Moín por la destrucción de Humedal Cariari y la playa Jairo Mora Sandoval. Hay crisis de vivienda que el estado niega. Hay crisis presupuestaria y de banca (sin olvidar el cierre del BANCO ANGLO en 1995, en la administración de José Figueres hijo), hay crisis en el sistema de educación, el cual se han encargado últimamente de hacer más mediocre. Hay crisis en las Universidades Estatales, ya que el BANCO MUNDIAL metió sus fauces con un préstamo tramitado por el BCR y el cual tiene en jaque los sistemas de becas y la Autonomía Universitaria.


Finalmente, hay crisis en nuestras mentes, porque vemos todas estas cosas y hacemos caso omiso y olvidamos que vivimos en sociedad y que todo nos afecta por igual. Vivimos un “Alzaimer” de conciencia social y de reclamo publico de nuestros derechos. Estamos en plena crisis y muchos ni se dan cuenta. Debemos a acabar con estas crisis de una vez por todas y empecemos por la ultima aquí apuntada: la de mente.


FUENTE: http://colectivomachete.blogspot.com/2015/03/hablemos-de-crisis-la-palabra-de-moda.html

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