24 de Noviembre de 2010. Nunca Olvidar

Hoy ha sido una magna victoria. Es la victoria de Costa Rica. Es la victoria de un pueblo que jamás claudicó, que sigue llevando sobre sus hombros el peso de la historia. Es la historia de un país intentado ser sometido por las malignas fuerzas del colonialismo, del imperialismo y hoy, del Nuevo Orden Mundial. Es la historia de una patria, como diría el extraordinario Piero, fundada a golpes y cachetadas, de voces calladas a machete y a balazos, pero que hoy resurge como el fénix de entre las cenizas, resurge tras dolorosos golpes en nuestra historia reciente.

Es el revivir de las luchas de nuestro héroe Pablu Presbere. Es el resurgir de Juanito Mora, asesinado por la escoria gobernante de hoy. Es traer a nuestro presente las luchas de nuestros abuelos y bisabuelos por tener condiciones de trabajo dignas. Es recordar a un Calufa y una Carmen Lyra luchando contra el primer gran emporio estadounidense, la United Fruit Company. Es recorrer las ciudades de la mano de jóvenes estudiantes y trabajadores en contra de ALCOA. Es recordar las luchas de las mujeres por obtener sus derechos, es recordar a los educadores, siempre maltratados y despreciados por el poder opresor. Es correr nuestras calles delante de antimotines durante la lucha contra el Combo del ICE. Es revivir el amor entregado durante el nefasto referéndum contra el TLC, que sin cansarnos de decir NO, por más radicales que ante los ojos de Laura Chinchilla pudiésemos parecer, Costa Rica hoy vuelve a soñar.

Hoy recordamos a Nuestra América Latina, la América de Martí, de Bolívar, de San Martín, de Sandino, de Hidalgo, de Guevara, de Torres, de Zapata. Esa América tan maltratada, pisoteada y despreciada por el imperialismo, que hoy sigue ciñendo sus garras en contra de nosotros. Mas hoy las transnacionales tiemblan, los gobiernos corruptos se destapan, hoy la sangre roja recorre nuestro cuerpo con intensidad casi explosiva. Nuestro corazón se estremece ante el amor humano, ante la justicia reclamada. Reclamada desde hace más de quinientos años por quienes fuimos burlados.

Hoy esa sangre recorre nuestros campos, nuestras montañas, nuestros ríos, nuestros cielos. Esa sangre nos recuerda a quienes han dado su vida por nosotros, por todo lo que tenemos. Esa sangre hoy se tiñe de esperanza, de un mundo mejor, de un futuro digno, un futuro imposible de dejar escapar y el cual, debemos seguir defendiendo.

Es la lucha incansable e inacabada. Es la lucha hasta alcanzar el Olimpo para mirar desde las alturas, para ver niños corriendo felices, mujeres amadas, seres humanos con derechos plenos. Es la lucha por la libertad, siempre continua y nunca alcanzada. Y aquí nos postramos, en el asfalto, en el césped, en la tierra. Nos erguimos con dignidad pero nos doblegamos ante nuestra Madre, hoy defendida, hoy respetada, hoy adorada. Costa Rica ha retomado el sendero correcto, el del amor, la solidaridad y la esperanza.

Hoy las billeteras maliciosas se corroen ante la justicia al fin alcanzada. Hoy retumba como tormenta la Verdad. El campesino sin tierra puede volver a soñar, el obrero explotado puede levantar su frente, la mujer maltratada puede decir basta, el olvidado y despreciado puede decir aquí estoy, el indígena puede recorrer sus tierras con libertad. Hoy Costa Rica inicia una nueva era de lucha y esperanza.

Volvamos a sonreír, otro mundo es posible. Un mundo donde todos quepamos. Un mundo de amor a nuestra Madre Tierra, a nuestra Patria, a nuestra América y a nuestros Héroes, guías y ejemplo, tantos que han muerto en el olvido, pero que hoy resucitaron en nuestros corazones para recordarnos que su vida no fue dada en vano y que hoy están en cada uno de nosotros.