Carta para el pusilánime Jacques Sagot

José Solano Solano

11 de Marzo de 2017

Mis paramales Jacques, aunque ni debiera pues basta con tus fracasos como pianista en la Costa Rica que no dejás de sabotear y denigrar. Yo le pido una disculpa a Emma Stone, muy a nombre mío, porque un viperino de los Arias se atreve tan siquiera a mencionar su nombre y, peor aún, a mencionar el nombre de comunidades que, por culpa de gobiernos como en los que has participado, la pobreza en este país se ha vuelto un mal incontenible. Vos te atrevés a juzgar una tierra que desconocés, a una gente a la cual jamás tendrás la altura de limpiar el polvo de sus pies, pero que pretendés dar una imagen de que estás “de pellizco en nalga” con este país. Sos un pobre y pusilánime hombre que se deseara eso en los más delirantes de sus sueños sin duda.

 

Por lo demás Jacques, no vengás, y si ya estás aquí, andate para alguno de esos lugares a los que, según vos, pertenecés, como Mónaco o San Marino. De paso llevate a las tres viceministras con sobresueldo, que de por sí, un pianista y tres viceministras quizás hagan medio diplomático en Luxemburgo. En mi infinita ingenuidad (aunque no tan profunda como la tuya Jacques), creía que para ocupar algún puesto público se requería algo más que ser un pianista y un escribidor estrafalario. Pero resulta que tanto en este gobierno como en los que has participado, sobra ser pianista y escribidor, basta con ser amigo de Oscar Arias y creer en él. De esta forma, vos, el hombre de marras y escribidor lamesuelas de quien se cree dueño de este país, vive de la envidia y la frustración de no ser más que un columnista sabelotodo. ¡Pero solo en tu surrealista cabeza!

 

Algo más Jacques, te recuerdo que La Platina Golden Gate ha sido uno de los robos más descarados por parte de tus amigos del Partido Liberación Nacional, lo cual supera con creces el aura mítica de ladrones de la talla de Mubarak, Berlusconi o los Duvalier. Esta maestría en el arte de robar solo es comparable a la que Oscar Arias ha hecho a punta de decretos para beneficiar a sus empresas amigas, sobra recordar a Millicom e Infinito Gold. Así que no deberías privar a nadie de conocer ese emblema ingenieril de la disfuncionalidad absoluta y total a la que tu amado líder ha arrastrado a este país a lo largo de treinta años.

 

Además Jacques, vieras lo que es vivir sabiendo que todo el dinero del lavado que anda en este país ha sido producto de tu Partido Liberación Nacional, donde muchos de tus amigos posiblemente estén inmiscuidos en estos sucios negocios. Al menos sí te puedo recordar que de esos veintitrés colones de cada cien que provienen del narco, muchos de esos fueron a parar a campañas políticas de tu partido o tienen algún nexo con tus amigotes. ¿Será que te recuerdo los casos de Caro Quintero y Ricardo Allen? Y todo esto pasaba mientras Oscar Arias y su hermano salían bailando deprimentemente en plazas públicas o en programas faranduleros con sus amiguitas de turno o en pasarelas de chicas Bésame junto a cierto obispo y cervezas en mano. Definitivamente, un expresidente que ha sido toda una vedette, pero más que todo el gran proxeneta de este país.

 

Y ni que hablar de nuestro río Tárcoles Jacques, tan contaminado y asqueroso, digno representante de la “paz con la naturaleza” tan cacareada por algunos gobiernos. La misma paz que terminó con la vida de Jairo Mora, los AECO y demás ambientalistas cuyos restos humanos, terminaron no en el Tárcoles, pero sí en las playas, bosques, parajes y casas calcinadas por el fuego. La misma “paz con la naturaleza” que destruyó más de cien hectáreas de bosque gracias al decreto de tu amigo Oscar Arias, mismo accionista de Florida Ice & Farm que roba flagrantemente el agua del acuífero del Barva para producir cerveza o para regalarla a la transnacional Coca Cola.

 

Pero Jacques, no te perdás el gozo de circular en nuestro sistema vial, que no es para nada como el parisino o el londinense que tanto has recorrido. La fluidez, el orden y la observancia de la ley de tránsito en este país, así como la celeridad y las nulas presas vehiculares, son solo el producto de una gestión agilísima de los gobiernos de tu Partido Liberación Nacional. Por ejemplo, la autopista a Caldera, jamás terminada y siempre colapsada, pero inaugurada por tu amadísimo líder a un costo económico elevadísimo para todos los costarricenses. Y como no recordar cada huequecillo en nuestras vías, gracias a los robos descarados de tus copartidarios que han ocupado puestos en el CONAVI o, mejor aún, los que terminaron construyendo una trocha lavable en la frontera con Nicaragua, con un costo de varios miles de millones con paradero desconocido.

 

Y por los huecos de Yisus, Jacques: evitá que tu esposa tenga contacto alguno con el presidente Solís. Ya es bien conocido nuestro Juan Tenorio presidencial, así como tu mala racha romántica. Ve lo que tu amigo Oscar le hizo al famoso Nacho Santos. Así que, para evitar un nuevo papelón amoroso, digno de una cinta romántica con Emma Stone, quedate mejor tocando el piano, quien quita y te llamen para componer la música de alguna superproducción cinematográfica y que, ojalá, no sea basada en tu vida privada.

 

Y no te perdás Jacques, esos pueblos que jamás en tu vida has conocido, con quienes jamás has compartido. A quienes jamás te atreverás de decirles las cosas que escribís miserablemente en una columna, lejos de la realidad social de miles de personas en este país y que jamás te han importado. Para suerte de esas personas, lo que se exporta al exterior son las palmeritas, volcancitos y playitas, y no ese traste de pedantería que tenés, ni mucho menos esas elucubraciones clasistas y pendejas que como escribidor te publican en el único espacio de este país que te dan pelota y que te duele en lo más profundo de tu ego inflado.

 

Tenés que saber Jacques, que la lepra social de la miseria en este país es producto de personas como vos y que los barrios pobres son solo eso, pobres. Pero lo miserable está en tus palabras, porque esos barrios, ni vos ni Solís ni Oscar Arias, jamás han visitado, porque ahí nadie te quiere escuchar tocar, es más, difícilmente te quieran escuchar tocar en este país, por eso buscás otros lugares. Por dicha el talento sobra y de muy altísima calidad. Ah, y te recuerdo que los mejores salones de baile se encuentran en esos barrios que despreciás.

 

Hay músicos que tocan bien, otros que tocan mal. Vos sos inclasificable, pero más que todo sos impresentable como algo bueno que represente a este país. Te has dedicado panfletariamente a la egolatría y autopromoción mediática, a figurar en cuanto puesto te ha ofrecido tu partido y tu líder, a robar líneas (porque las cámaras no te siguen mucho), a exhibirte, a rendirte una imagen de culto creada por vos y para vos, o bien a ser un buen rastrero de tu amigo Oscar Arias a quien ves como un Juan Domingo Perón. Tu narcisismo es insondable y no has tenido siquiera la consideración de disimularlo. Triste, muy triste, mientras tocás El Pirulino en piano, este país sigue en el atolladero que cada gobierno lo ha atascado.

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