Guanacaste en la escuela, ejemplo de reproducción del sistema

José Solano Solano

¿Se hace ley la costumbre o sólo la ignorancia y la necedad? Es que escuchar al ministro Carlos Roverssi decir que la manifestación durante la celebración de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica es inaceptable demuestra la incompetencia fatal desde que asumió la cartera de comunicación. Según el ministro pegabanderas, el acto cívico no es el momento ni el espacio para hacerlo. Luego fue escuchar a Laura Chinchilla siguiendo la misma línea discursiva, haciendo prever el patetismo acostumbrado de este gobierno. Y para colmo de males, la Editorial del día 23 de julio de 2013 de La Nación, repitiendo a coro la fatal ignorancia, hace que se termine de repudiar este chocante sistema inoperante.

 

Pero, ¿podría ser todo eso más trágico cuando el mismo sistema educativo se apunta a semejante desfachatez? ¿Cómo el lugar donde se aprenden, en buena teoría, los valores cívicos de la defensa de los derechos, sea a su vez el lugar de la censura patriótica ante la justicia que busca el pueblo costarricense?

 

Este preámbulo es solo para narrar un episodio común en un sistema enajenado y embrutecedor como la escuela. Esto porque se me pidió que buscara a un estudiante que realizara una reflexión sobre esta celebración nacional. Encontré a una estudiante con capacidad de hacer un análisis sensible y crítico sobre su entorno, además de ser excelente académicamente y contar con el carisma necesario para una actividad como esta.

 

Le di información valiosa para que tratara el tema guanacasteco hoy en día y el producto que ella realizó fue excelente. Yo me encargué de la parte histórica para hacer una breve introducción. Al final quedó una reflexión pequeña pero cargada de sentimientos encontrados por los costarricenses en la coyuntura actual.

 

Mañana se leerá este pequeño ensayo, sin embargo, la censura hizo sus recortes. El director metió mano en las palabras de la estudiante, obligándola a corregir el discurso “desde el quinto párrafo” pues según él, “no me parece que un acto cívico tenga que ser la sede de presentar reclamos justos pero que considero parciales.” ¿Qué semejanza se le encuentra a estas palabras con el discurso de La Nación, Carlos Roverssi o Laura Chinchilla?

 

A continuación, les comparto la parte del texto que fue censurado, a modo de catarsis cuando el sistema educativo, reproductor del político y económico, se apropia de la palabra y de las ansias de libertad espiritual de la persona, arrebatándole así toda su humanidad. La estudiante, al final, no dirigirá estas palabras a sus compañeros del colegio, pero tal vez encuentre ese oído receptivo en cada uno de los que lean esto y se manifiesten el 25 de julio.

 

“Sin embargo, Guanacaste sigue siendo una de las provincias más olvidadas. Los problemas del agua son graves, se cree que en no muchos años, será una crisis. El preciado líquido se utiliza para los cultivos, pero también para regar canchas de golf en los lujosos hoteles. Las comunidades pierden abastecimiento con cada día que pasa.

 

Hace 30 años, la zona de Guanacaste fue identificada como el área con el potencial turístico más alto en Centroamérica, pero en ese momento no se tenían las facilidades para desarrollarlo completamente. Con la llegada de la aerolínea Delta, comenzó el desarrollo hotelero en la zona. Esto provocó ascenso en el turismo, pero al mismo tiempo, conllevó a numerosos problemas ambientales y sociales.

 

La llegada de los hoteles significó la necesidad de tierras para construir y al mismo tiempo la tala de árboles y desaparición del bosque. Con sus numerosos campos de golf, los hoteles gastan miles de galones de agua diariamente, lo que provoca la falta de la misma en pequeñas comunidades de Guanacaste, el caso de Sardinal es el más conocido de todos.

 

Todo parecería problemas menores y de fácil solución si los ingresos de dichos hoteles se quedaran en el país, pero, al ser ellos de gigantescas compañías transnacionales, todos los ingresos salen del territorio y lo único que nos dejan son más problemas socioambientales: destrucción de manglares, escasez de agua potable y falta de articulación con las poblaciones locales para que se beneficien con el turismo.

 

Guanacaste es una tierra hermosa, no permitamos que se nos vaya de las manos.”

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