La “Costa Rica próspera” del Ministerio de Educación Pública

José Solano Solano

5 de Enero de 2014

“Costa Rica próspera” es el título de una de las vertientes que se encierra en los nuevos programas que el Ministerio de Educación Pública pretende impulsar para el año 2015 en el área de los Estudios Sociales. Este eje desentraña algunos modos discursivos que pretenden legitimar el sistema actual. Es importante analizar qué se esconde en este discurso y cuál es el currículum oculto que las autoridades gubernamentales pretenden imponerles a los jóvenes costarricenses. Sobra recordar que el curso de Estudios Sociales es, quizás, el más manoseado por el Estado, pues implica toda la argumentación ideológica del statu quo.

 

Para el Ministerio de Educación (2013), este eje es una

 

“reflexión sobre el devenir socioproductivo del país desde la producción de subsistencia precapitalista, pasando por la constitución de una economía agrario exportadora que desemboca en la actualidad en un aparato productivo diversificado, fuertemente orientado al comercio internacional y articulado con las tendencias más dinámicas de la economía global.” (p. 23)

 

Como puede notar el lector, se plantea la evolución económica del país bajo el modelo liberal que la caracteriza, desde la economía anterior al cultivo del café hasta la inserción en el mercado producto del mismo. Nótese además que, al hacer referencia al modelo neoliberal, las cualidades positivas son las que se resaltan: “un aparato productivo diversificado” y “articulado con las tendencias más dinámicas de la economía global”.

 

Este es el panorama que les espera a los niños que salen de la escuela y empiezan su secundaria, pues la “Costa Rica próspera” es la vertiente para sétimo año. Podría empezarse con el primer periodo, en el cual los procesos sociales, políticos y culturales pierden importancia para darle paso el enfoque meramente economicista sin una cohesión histórica integradora. Se estudia la “producción: de una base rural al libre comercio en globalización”, posteriormente se abordan los modelos ideológicos (liberalismo, socialdemocracia, neoliberalismo) y luego se cierra con los cambios en los patrones de consumo que, en última instancia, se llega a lo maravilloso de la vida moderna: comidas rápidas, aparatos electrónicos y la visita al mall. (Óp. Cit., p. 46)

 

¿Cuál es el trasfondo en este asunto? Muy fácil, basta con hacer una sencilla triangulación de los temas para darse cuenta que la pretensión del discurso planteado por el MEP es la perpetuación del modelo actual, cual si se tratara de la panacea para el desarrollo económico del país. Los contenidos se muestran como una naturalidad irremisible, como parte de un proceso evolutivo del Estado que culmina con el modelo incuestionable actual. Incuestionable, como bien lo leyó. En ninguna parte de los contenidos de este primer periodo de sétimo se relaciona la estructura económica con la política o la social, no se establecen causas ni mucho menos, consecuencias.

 

Pero la tragicomedia no termina ahí. El segundo periodo está empañado por el verde olivo que acapara la cúpula del ministerio. Según los realizadores del nuevo programa, existen tres grandes “hitos para el desarrollo” de la cultura civilista costarricense, el primero de ellos es la Campaña Nacional de 1856-1857 (aunque se les olvidó que fue una guerra), pero el problema se viene con los otros dos grandes hitos: la abolición del ejército (por parte del fundador del PLN) con el trillado discurso de la reinversión social y, nada más y nada menos, que los planes de paz en Centroamérica gracias al “premio nobel” que es, efectivamente, quien todos los lectores suponen.

 

Finalmente, el tercer periodo se enmarca en una visión solidaria inexistente, la cual contrasta con lo poco e importante que se construyó décadas atrás respecto a la visión oficialista del modelo de país que intentan vender el día de hoy. Lo anterior porque se parte de una visión de la Costa Rica de ayer, construida al amparo del reformismo socialcristiano y socialdemócrata: Código de Trabajo, CCSS o política de salarios crecientes; pero hoy totalmente desmembrado por los gobiernos desde hace treinta años. Así mismo, se cae en lo que podría llamarse una falacia: “Costa Rica como símbolo de esperanza”, al referirse al modelo de “desarrollo verde” que está siguiendo el país. Más que contradictorio hablar de un ambientalismo gubernamental cuando no se predica con el ejemplo y sí mucho con la doble moral discursiva. (Óp. Cit., p. 74)

 

Y como última idea, la cual quedará en el aire, es la propuesta de incluir (no solo en sétimo año) algo quizás un poco desconocido: los círculos vicioso y virtuoso del desarrollo. Esto, que pareciera una “innovación temática”, tendrá que profundizarse más detalladamente, pues la insistencia que se refleja sobre esto en los nuevos programas desconcierta sinceramente.

 

La “Costa Rica próspera” de Leonardo Garnier y su séquito deja muy en entredicho las intencionalidades de hacer todo un curso bajo esta línea tan economicista. En resumen, podría decirse que es un “arroz con mango” histórico, que aísla el funcionamiento e interrelaciones de las estructuras, incluida la linealidad temporal misma, donde se va y se viene en el tiempo como si se tratara de un producto hollywoodense al mejor estilo de Robert Zemeckis en su “Volver al futuro I, II y III”. El mensaje implícito en la prosperidad costarricense –en los nuevos programas– se basa en el desarrollo “evolutivo” que ha llevado el país hasta el actual modelo de promoción de las exportaciones (neoliberal), pero donde no se consideran las causas y los nefastos efectos de este sistema, donde el aumento de la riqueza ha sido evidente, pero cuya distribución se ha quedado engordando a la clase alta mientras que la media se desnutrió y la baja padece de una hambruna crónica.

 

La Costa Rica actual no es próspera, sino decadente. Hay una pérdida de los valores solidarios en beneficio de las relaciones capitalistas de producción. ¿Cuál prosperidad con un país cada vez más exclusivo y desigual? Es imposible seguir reproduciendo el statu quo en las aulas. El educador debe resistir hoy más que nunca a este tipo de imposiciones.

 

Referencia

 

Ministerio de Educación Pública (2013). Programas de Estudio Estudios Sociales. Tercer Ciclo Educación General Básica y Educación Diversificada. Versión preliminar. San José, Costa Rica.

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