Mercado, Universidad y la Caja

José Solano Solano

29 de Marzo de 2013

El nacimiento de la universidad pública y autónoma está enmarcado en un contexto concreto de la historia latinoamericana. Por nada el Banco Mundial afirmaba que los centros de estudios superiores en América Latina eran algo extraño en este tercer milenio. Esto se debe a que las universidades más prestigiosas de Nuestra América tienen ese carácter autónomo que no tienen los demás centros a nivel mundial, los cuales, en su mayoría y de los que gozan de mejor posicionamiento, son privados.

 

La universidad como tal, ha fungido como un importante mecanismo de control político y social dentro de los gobiernos latinoamericanos, precisamente por ese doble carácter de lo público y autónomo, donde la libertad de cátedra tiene un papel primordial en el quehacer universitario y el mismo centro, un eje fundamental dentro del orden social.

 

En el marco sociohistórico costarricense, la universidad surge dentro del proyecto reformista de la década de los años cuarenta, mismo en el que nace la Caja Costarricense del Seguro Social, ambas instituciones nacieron del mismo brazo de la lucha de aquellos años. Dos emblemas de la paz y el equilibrio social que vinieron a fortalecer el sistema de fuerzas en el país, brindando mayor estabilidad entre los actores que, para esos años, se encontraban en una pugna más convulsa.

 

La universidad, pues, se convirtió durante muchos años en el eje de la lucha social costarricense, desde el movimiento estudiantil hasta poner en la picota del análisis sociopolítico los temas más álgidos de las coyunturas históricas nacionales: ALCOA, COMBO, TLC por citar los más renombrados. Sin embargo, con el advenimiento de un mundo cada vez más difuso dentro de los procesos de globalización económica, la universidad ha venido tomando un nuevo trayecto, más alejado de los intereses de la sociedad y más cercano a los sectores económicos que antes se combatían sin tapujos.

 

La muestra más sintomática de esto se encuentra en la última distención entre la Universidad de Costa Rica y la Caja Costarricense del Seguro Social por el tema de los cuarenta y cinco EBAIS del proyecto PAIS-UCR. El problema, aunque pareciera haberse solucionado, fue una simple medida de contención frente a una inminente retirada de este proyecto universitario tan importante para los asegurados.

 

Y es que las palabras del rector Henning Jensen Pennington el pasado 27 de marzo de 2013 así lo confirman: “para nadie es un secreto que la Universidad de Costa Rica se encuentra en proceso de retirarse de la administración de los Ebais, por lo que hemos encontrado ese espacio idóneo y razonable para llegar a esa meta en febrero del 2014” [1] En junio, según Ileana Balmaceda, presidenta ejecutiva de la Caja, se elegirá al nuevo operador (privado por cierto) que se encargará del servicio que hasta el momento ofrece PAIS-UCR.

 

Aquí se demuestran dos cosas: una es que las autoridades de la Caja están en ese proceso de destrucción de la seguridad social donde la privatización de los servicios de salud ha sido el principal instrumento para este propósito, y dos, que la universidad no está haciendo nada por evitarlo, convirtiéndose más en un cómplice por omisión (¿y de pensamiento?) de estas políticas al querer deshacerse de tan importante programa.

 

No se duda sobre los costos que tiene la universidad respecto al Programa de Atención Integral en Salud (PAIS) que, según informó la universidad, ascendían a casi los mil millones anuales, sin embargo, la salida del centro educativo acelerará el proceso de privatización sin que pueda, aparentemente, ser remediado. ¿Dónde queda, pues, la función social de la universidad? Son cosas que cada vez más se están perdiendo. ¿Y el movimiento estudiantil al respecto? Ni atisbos de indignación.

 

La universidad, en este contexto, empieza a enmarcarse en ese continuum globalizador, en esa esencia de mercado, en ese proceso deformador donde la ética y los valores pierden sentido, donde todo es válido. Solo recordar los intentos de despedir al director documentalista Pablo Ortega o los convenios con el Banco Mundial. Poco a poco se van desvirtuando las funciones reales que vieron nacer a las universidades autónomas latinoamericanas y su capacidad de injerencia en la vida social, política y económica. Lo mismo ocurre respecto al movimiento estudiantil costarricense, aquel de otras épocas, tan contestatario e idealista, y que hoy se empieza a perder entre la maraña mercantilista de las profesiones liberales y las relacionadas con las nuevas y lucrativas tecnologías. Y al final de cuentas, la lucha estudiantil universitaria se termina quedando en las aulas, pasillos, el pretil o las calles durante esos hermosos años de confrontación con el poder, mas inmediatamente llega la vida laboral y el aparente confort de una vida pseudo desahogada, hay un olvido de lo vivido años atrás y las calles quedan en el recuerdo, con sus pintas, piedras, pañuelos y sueños. [1]

 

Y así la Caja se va perdiendo, con los pocos que se atreven a defenderla, sabiendo y reconociendo su significado en la historia costarricense, dan la cara por el pueblo adormecido, domesticado, enajenado, sin consciencia de clase ni de los problemas que se vienen, de la confrontación de grandes magnitudes que se atisban en el horizonte. Y la universidad, cada vez más mercantilizada, formando ciudadanos cada vez menos críticos, menos luchadores, a medida del gran capital, con menos valores solidarios. Y finalmente, el neoliberalismo ganando terreno con su competitividad y lucro por encima de los pueblos, oprimiendo y humillando más.

 

Eso es lo que se viene. Eso es lo que está. Queda en cada uno reconocer lo que se quiere de aquí al futuro. La lucha por la seguridad social no ha terminado. Los EBAIS no pueden ser privatizados, la Caja no puede desmoronarse por intereses particulares, la universidad no puede someterse a los intereses del gran capital ni a la ley de la oferta y la demanda, el movimiento estudiantil debe despertar y dejar su medianismo político. Que vuelva la utopía y que siga la lucha.

 

Notas

 

[1] Diario Extra (2013). CCSS y UCR firman pipa de la paz. En: http://www.diarioextra.com/2013/marzo/27/nacionales3.php

 

[2] Solano, José (2010). Educación, Política y Universidad. Una Mirada desde el Contexto Costarricense. En: http://www.equipocritica.org/reflexion-editorial/editoriales-anteriores/educaci%C3%B3n-pol%C3%ADtica-y-universidad-una-mirada-desde-el-contexto-costarricense/

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