La quimera del capital costarricense y la educación dual

José Solano Solano

24 de Agosto de 2015

Entendidos los fundamentos básicos de la educación dual y su acción práctica, es necesario abordar ahora la perspectiva empresarial costarricense respecto a este modelo educativo. Lo que debe destacarse, como se planteó previamente, y que bien lo destaca el educador Gerardo Barboza en su artículo para Semanario Universidad, es que, como siempre ocurre, los modelos educativos importados son “tropicalizados” [1] por las autoridades ministeriales, a fin de encajarlos en las obsoletas formas de enseñar-aprender costarricenses.

 

La educación dual es uno de estos casos adaptables, aunque esta vez –eso de tratar de pasar la figura cuadrada a través de la triangular–, pretende ser realizado de manera mancomunada entre el Ministerio de Educación Pública, el Ministerio de Trabajo y las cámaras empresariales. Todo esto a expensas, por supuesto, de lo que la práctica docente y estudiantil (la famosa “vivencia de clase”) establece como una realidad, eso que está más allá de las quimeras inventadas por las brillantes cabezas de los industriales costarricenses.

 

Por lo tanto, lo que interesa en este momento es realizar un breve análisis sobre las posibles intencionalidades del empresariado costarricense, el cual se muestra muy complaciente ante la idea de implementar la educación dual en las instituciones educativas. Esto es comprensible desde una óptica mercantil, pues este sistema tiene implicaciones desde el laissez-faire que deben preocupar a la sociedad en general.

 

Desempleo como “El Coco” creado para la población

 

Desde ya existe una necesidad del sector empresarial para que no solo el INA ofrezca el sistema de enseñanza dual. El propio proyecto de ley 19.019 establece que es menester “una estructura que unifique y regule la formación dual en todo el ámbito nacional, para integrar, de este modo, a otros centros de formación profesional-técnica” [2]. Esto involucra irremisiblemente a los colegios técnicos y vocacionales del país, al menos a aquellos con interés de reformar sus respectivos currículums para su implementación.

 

Lo anterior es así porque, como asegura el propio proyecto, “el sistema tradicional educativo, no permite que se tenga una formación profesional-técnica, que responda a las exigencias del mercado y que garantice la empleabilidad de los estudiantes” [3]. Sin embargo, dentro de la economía capitalista, esto es una especie de espada de Damocles que imaginariamente se ciñe tanto sobre el empresario (retóricamente) como sobre el trabajador (realmente). En todo caso, se hace más grande y complejo el problema cuando los fatalismos económicos juegan un papel de primer orden en la toma de decisiones políticas, tal es el caso de la educación dual.

 

Lo anterior puede explicarse sencillo. La espiral depresiva de la economía costarricense hace mella sobre el imaginario de la población ante lo que es la escasez de empleo. Si bien es una realidad, como lo explica Vargas Solís [4], el empresariado costarricense está acostumbrado a ejercer una retórica de mentiras sobre la realidad económica sin reconocer el carácter especulativo del sistema capitalista. Se basan, por tanto, en la necesidad del trabajador para ello, a través de fatalismos terroristas de la “tasa de desempleo”. Esta se convierte en justificante para esconder la realidad del funcionamiento del sistema, es decir: la explotación laboral.

 

Esto lleva a una resignación indolente para los trabajadores: “mejor esto que nada”. La tensión mediática se centra en una situación de crisis que es real, pero cuyo trasfondo no es la situación de empleo como tal, sino la forma que manifiesta el “desarrollo económico” costarricense a través del sector empresarial. En resumen, se valen de la situación crítica de la economía para someter a la clase trabajadora a regímenes de explotación cada vez más severos, recortando recursos en salud, pensiones, salarios o jornadas laborales. Así, quienes terminan cediendo ante el empuje de la crisis son los trabajadores, no los responsables de esta.

 

Siguiendo esta línea, lo cierto es que no existe una solución a los problemas de empleabilidad, como pretende manifestarlo el gobierno al proponer este proyecto. Lo que ocurre es que el círculo vicioso de la crisis no se salda con más puestos laborales pues,

en cuanto los problemas del empleo persisten y se agravan, con ello se favorece que los salarios se deterioren, puesto que a las empresas les sobran personas a quienes contratar pagándoles menos. Pero al hacerlo así el mercado interno se debilita aún más y, de nueva cuenta, ello incide negativamente sobre los problemas del empleo. [5]

 

¿Soluciona, pues, la educación dual la elevada tasa de desempleo en el país? Parece ser que no. Lo dicho por Vargas Solís desmiente lo que los retóricos del sistema afirman: que “se requiere aumentar la oferta de mano de obra calificada, con los estudios, capacitación y experiencia que demandan los sectores más dinámicos de la economía” [6]. Sin embargo, el flujo de la economía capitalista demuestra que su funcionamiento es el de una “bola de nieve”, donde un problema acarrea otro y se enfrasca en un ciclo creciente difícil de superar. La oferta sobrepasa la demanda (por ejemplo, ¿cuántos centros educativos ofrecen Contabilidad como especialidad técnica?), esto hace más competitivo el sector técnico, disminuyendo el nivel adquisitivo, debilitando el consumo y, por tanto, agravando la crisis.

 

Se puede seguir a Barboza en esta misma línea de ideas: el desempleo ha sido un “arma retórica [ab]usada por políticos, prensa, educadores y economistas para la “intimidación”, ¿cómo sabemos que los datos sobre desempleo [juvenil] no han sido manipulados para la imposición del modelo de educación dual alemán, uno de los eslabones clave en la política de “austeridad” (…)?” [7]. Según este autor, la cúpula empresarial no solo está jugando con la perorata del desempleo, sino que arguye que la mano de obra juvenil está poco capacitada, ergo hay que instruirla para que cumpla su papel en el mercado. Esto último parecería contradecir lo que históricamente se había creído sobre Costa Rica y su calidad de trabajadores. Lo que más bien parece es que esa supuesta “falta de habilidades” es otra falsedad, pues el desempleo no depende de la preparación de la mano de obra, sino de la oferta y la demanda.

 

Todo lo expuesto hasta este punto corresponde a la línea argumentativa del proyecto de ley 19.019. La educación dual “se presenta como una opción atractiva para el sector empresarial, que beneficia a gran parte de la población del país que requieren prepararse para optar por el ejercicio de una ocupación calificada” [8].

 

Esto, como se vio, conlleva una falsedad. Lo cierto es que la educación dual es atractiva para el empresariado, pues conlleva tener trabajadores a un muy bajísimo costo, casi nulo. Pero la población en general no se beneficia, pues implica retrocesos laborales en derechos ya adquiridos, pero donde se violentarían solapadamente por medio de una ley. Esto no cubrirá el déficit de empleo, tampoco generará mayores fuentes de trabajo, pues como se dijo, no depende de los centros de formación técnica, sino de las propias fuerzas productivas del sistema, con sus peculiaridades locales.

 

Notas

 

[1] Barboza, Gustavo (2009, 21 de octubre). Formación dual: ¿otra copia más? Semanario Universidad. Recuperado de: http://semanariouniversidad.ucr.cr/opinion/formacin-dual-otra-copia-ms/

[2] Asamblea Legislativa (2014). Proyecto de ley para la regulación de la educación o formación profesional-técnica en la modalidad dual en Costa Rica. Expediente 19.019, p. 4.

[3] Asamblea Legislativa. Óp. Cit., p. 4.

[4] Vargas Solís, Luis Paulino (2015). Costa Rica: crisis del empleo y mentiritas empresariales. En Soñar con los pies en la Tierra [Blog personal del autor]. Recuperado de: http://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com/2015/03/costa-rica-crisis-del-empleo-y.html

[5] Vargas Solís. Óp. Cit.

[6] Academia de Centroamérica (2015). La formación dual como una opción al desempleo. Serie Visión Costa Rica, p. 4. Recuperado de: http://www.academiaca.or.cr/wp-content/uploads/2015/06/PV-02-15.pdf

[7] Barboza, Gerardo (2015, 26 de julio). ¿Manipulación de las estadísticas sobre desempleo para imponer la educación dual? En Ticovisión. Recuperado de: http://www.ticovision.com/cgi-bin/index.cgi?action=viewnews&id=15404

[8] Asamblea Legislativa. Óp. Cit., p. 5.

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